Dead Can Dance

Después de asombrar al público con una magnífica producción de Lulu en 2015, el artista sudafricano William Kentridge ahora pone a trabajar su extraordinaria imaginación visual en favor de la otra obra maestra operística de Berg, situada en un contexto apocalíptico en la víspera de la Primera Guerra Mundial. Peter Matteihace hace su muy esperado debut en el papel de Wozzeck, un soldado que tiene visiones que parecen ser un mal augurio. La soprano Elza van den Heever es la pareja infiel de Wozzeck y el elenco incluye también al tenor Christopher Ventris como el jefe de la banda de tambores, el bajo-barítono Christian Van Horn como el doctor, y el tenor Gerhard Siegel como el capitán.

Yannick Nézet-Séguin será el responsable de la batuta.

En esta temporada adquiere tus abonos individuales o en paquete familiar, en la compra de tres abonos te regalamos el cuarto. La promoción es válida hasta el 22 de septiembre de 2019.

Duración aproximada: 1 hora 57 minutos